He querido dedicar el primer articulo de este blog a la ciudad de Bayona (Bayonne en Francés y Baiona en Euskera), puesto que es mi ciudad de acogida, y creo que se lo debía. Bayona es la capital de la Provincia del “Labourd” (Département Pyrénées Atlantiques) , una de las tres provincias del País Vasco Francés (Iparralde en Euskera), junto con la "Basse Navarre" y "Soule", y se encuentra a tan sólo 40 km de la frontera con España.
Algunos os preguntareis el porqué del título. Seguramente os sentiréis identificados conmigo cuando conozcáis Bayona (si no lo habéis hecho ya), y es que parece que por esta ciudad no haya pasado el tiempo, guardando intacta una belleza de otro tiempo. Pero cuidado, a pesar de haberse conservado muy bien, Bayona ha sufrido innumerables cambios e influencias a lo largo de la historia.
De su origen como “castrum” romano (Lapurdum), situado de forma estratégica en la confluencia de los ríos “Nive” y “Adour” y a las puertas del Océano Atlántico, nos queda principalmente la muralla romana, todavía visible en numerosos puntos de la ciudad. Aunque Bayona adquiere importancia como ciudad durante la en la Edad Media, época en la que disfrutará de un gran auge económico como puerto comercial de gran importancia en Europa, sobre todo durante los siglos en los que formó parte del Reino de Inglaterra como parte de la Aquitania medieval (desde 1152, fecha del matrimonio entre Leonor de Aquitania y el Rey de Inglaterra Enrique Plantagenet, hasta su conquista por el ejercito del Rey Francés Carlos VII en 1451). De época medieval son el “Chateaux Vieux”, una fortaleza medieval, y la Catedral “Sainte Marie de Bayonne”, de estilo gótico y construida entre los siglos XIII y XVI.
Una vez en posesión francesa, Bayona se convertirá en la ultima villa fortificada de Francia antes de la frontera española, en tiempos en los que Francia y España no eran precisamente lo que se dice “amigos”. Este valor estratégico militar, como puerta del Reino Francés, llegará a su punto álgido con la construcción del conjunto defensivo de la muralla y la Ciudadela de Vauban al final del s. XVII. Este carácter de plaza fuerte de Bayona “asfixiará” la expansión urbana de Bayona hasta el siglo XIX, cuando el ejercito empieza a permitir la destrucción de ciertas sectores de sus fortificaciones y se irán creando nuevos barrios extra-muros.
Hoy en día Bayona es una ciudad muy dinámica y juvenil, conocida por las famosas “Fetes de Bayonne” (inspiradas en parte en los “Sanfermines” Navarros) y por su sabroso “Jambon de Bayonne”, además de por su ancestral tradición chocolatera (Bayona cuenta con algunas “maisons” chocolateras centenarias).
Os recomiendo a todos venir de visita y os aseguro que después de un paseo por sus “callejuelas” medievales, admirando sus típicas construcciones con coloridas vigas y ventanales en madera pintada (Bayona conserva magníficos ejemplos de arquitectura de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX), acabaréis enamorados de esta ciudad. Y si encima lo completáis con una buena parada gastronómica en alguna de las terrazas de la orilla de “la Nive”, es posible que decidáis seguir mi ejemplo y quedaros a vivir aquí.
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